!Alerta de posibles spoilers!
En esta entrada ni me gasté en buscarle la vuelta para ocultar partes de la trama por lo que te podes topar con datos importantes o demasiado reveladores (prácticamente me quejo de toda la novela). Te lo advertí.
En esta entrada ni me gasté en buscarle la vuelta para ocultar partes de la trama por lo que te podes topar con datos importantes o demasiado reveladores (prácticamente me quejo de toda la novela). Te lo advertí.
Gilly Ramsey, hija de un párroco, pasó una infancia solitaria y aislada recibiendo una educación férrea y algo fría por parte de su madre. Pasando sus días en total soledad sólo parece ser comprendida por una prima de su madre que ha visto en contadas ocasiones pero que, sin embargo, ha logrado marcar profundamente la vida de la niña. La prima Geillis tiene un amplio conocimiento sobre plantas medicinales y hierbas, posee poderes curativos e incluso predice el futuro. En su último encuentro pronostica que Gilly y ella vivirán juntas en Thornyhold, la casa de Geillis, pero eso no llega a ocurrir debido al fallecimiento de Geillis quien, antes de morir, le deja todo cuanto posee a Gilly, que se muda a Thornyhold para iniciar una nueva vida inmediatamente después del fallecimiento de su padre. Ya en Thornyhold conocerá a nuevas personas como Agnes Trapp, una vecina rara, a Willyam, un niño solitario como ella, y al padre de este, un escritor famoso. Todo se complica cuando Gilly se entera de la fama de bruja de su prima, que Agnes Trapp también es considerada una bruja ¡y que ella misma podría serlo también!
Dados todos estos elementos súper interesantes, se podría inferir
que es una novela imperdible que nos sorprenderá con cada página. Bueno, no
podríamos estar más equivocados. Sí, hay
brujas (y yo amo a las brujas) y sí, hay misterios que resolver (¿a quién no le
gustan los misterios?), pero no hay una historia que haga un buen uso de estos
elementos. Tenemos a una mujer, Gilly Ramsey, que parece venir de una
familia de mujeres con habilidades únicas para entender y manipular la
naturaleza a su antojo, y parece ser que heredó estas habilidades y va descubriéndolas
en su estancia en Thornyhold, pero eso no llega a ningún lado. La autora
parece olvidarse de eso en cuanto plantea el elemento romántico que, además de generar
el conflicto entre Gilly y Agnes Trapp, de por sí es “mágico” y no en el buen
sentido. Pero, vamos por partes…
La historia comienza contándonos sobre la infancia de Gilly, como
creció en una casa prestada, con un padre más dedicado a sus “ovejas” de la
iglesia que a su familia, una madre fría y distante que no le permitía jugar
con otros niños ni tener mascotas, y como pasaría de un colegio internado en
otro hasta graduarse para asistir a la universidad para estudiar arte, luego la
muerte de su madre y la de su padre. En medio de estos cuatro capítulos de una
aburrida vida hay dos encuentros con Geillis plagados de sucesos
sospechosamente extraños como para no demostrar que ella es bruja. Como dije,
cuatro capítulos de nada. Ya en el quinto, al fin, se muda a Thornyhold y
conoce a Agnes Trapp y su hijo, de quienes desconfía inmediatamente sin motivo
aparente, una larga etapa de adaptación al hogar y encuentros con Agnes. En el
capitulo diez conocerá a William Dryden hijo de su interés amoroso a
quien conocerá recién en el capitulo ¡catorce! Y bueno, es acá donde todo
pierde sentido para mí porque Gilly se enamora perdidamente al instante de un
tipo al que casi no va a ver en el transcurso de la novela porque está más
entretenida buscando un gato, investigando sobre palomas, cuidando un perro y
buscando un libro que Agnes desea desesperadamente pero que no sé por qué motivo
si al final no lo usa… El tema de que Gilly es una bruja desaparece del mapa, la
historia de la casa (que había pertenecido a brujas por generaciones) queda
totalmente colgada en el aire porque, para empezar, la metieron a los empujones
para que las cosas sean más “interesantes”, y el final es de lo más estúpido y
poco lógico que leí- y eso que leí bastantes finales estúpidamente ilógicos- pasando demasiado rápido en
comparación con los catorce capítulos que se toma para ponernos en contexto.
Realmente detesté esta novela. La terminé porque pensaba que en
algún momento se iba a poner interesante. Las brujas me pueden. Pero a medida
que avanzaba en la lectura me encontraba con elementos geniales que no se elaboraban
del todo bien, cosas interesantes que quedan colgadas y olvidadas a mitad de
una narración que no termina de enganchar, una historia de amor muy floja que
no calza y personajes planos con motivaciones estúpidas. Como fantasía muy
floja, como romance es terrible. Realmente no sé si leeré otra cosa de esta
autora.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario