En 1847 salió a la
venta la primera novela de la joven autora
Anne Brontë, bajo el seudónimo de Acton Bell, hermana menor de las también escritoras
Charlotte y Emily.
Agnes Grey nos cuenta las experiencias de una
joven hija de clérigo quien, ante la crisis económica que atraviesa su familia,
decide colocarse como institutriz y así aligerar la carga económica familiar.
Por medio de contactos, rápidamente consigue hacerse con el puesto de
institutriz de la familia Bloomfield y abandona la residencia Grey para ejercer
su nueva profesión. Pero los sueños y esperanzas de esta joven de tan solo
diecinueve años se ven destruidos al conocer a sus alumnos (¡y a sus
familiares!) quienes no son más que pequeños monstruos incorregibles, ladinos y
caprichos; viéndose forzada a luchar entre los berrinches y maldades de los
niños y, también, con las contradictorias ordenes de unos padres consentidores que
apañan y felicitan a los pequeños por su deplorable comportamiento, pero que al
mismo tiempo exigen a su institutriz los eduque y controle sin darle autoridad
real sobre los niños. La frustración, los nervios y la decepción hacen fuerte
mella en la salud física y emocional de Agnes quien, aún ante la adversidad,
pone todo de sí para salir adelante y lograr hacer su trabajo lo mejor posible.
Esta
novela se caracteriza por ser narrada en primera persona con el objetivo, según
su narradora, de intentar ayudar a quienes pasen por una situación similar, y abarca
los años que duró su profesión como institutriz. A través de sus páginas, somos
testigos de las precarias condiciones en que las institutrices vivían y de los obstáculos
que se encontraban durante el ejercicio de su profesión: padres consentidores, fríos
y tiránicos que exigían más de lo que estas mujeres podían lograr con la poca o
nula autoridad que se les otorgaba sobre los niños los cuales, a su vez, eran caprichosos,
irrespetuosos, autoritarios y maliciosamente tramposos a tiempo completo. Agnes
Grey es una de las pocas novelas que muestran el “lado oscuro” de la
aristocracia (o al menos entre las que leí) mostrándonos lo tiránicos, poco
considerados y desdeñosos que los miembros de esta clase podían ser con sus
empleados.
Siendo honesta, después de indagar sobre esta
autora y leer lo que la crítica especializada dice sobre sus obras, esperaba
más. Ya había leído Jane Eyre de
Charlotte Brontë, novela que me encantó, y unos capítulos de Cumbres Borrascosas de Emily Brontë, por
lo que al leer que Anne era mejor autora que sus hermanas es normal que mis expectativas
estuvieran tan por el techo. Lamentablemente me tope con una novela que no
satisface ni el veinte por ciento de mis expectativas. Por un lado es un
monumento al resumen*, todo lo cuenta
de forma apresurada y superficial reduciendo meses en poco más de un párrafo,
enumerando las maldades y berrinches de los niños y empleadores en oraciones
poco descriptivas excusando esto con la muy repetida frase de no querer “aburrir
al lector”. Este abuso de síntesis hace que el lector no pueda hacerse una idea
completa del ambiente en que se mueve Agnes, no podemos sentir la desesperación
ni la impotencia de la joven institutriz porque todo lo relatado no parece más
que acontecimientos aislados. Por otro lado le da mucha importancia a temas
triviales dedicándole varias páginas a charlas y reflexiones religiosas sobre
el amor a Dios; considero que estos temas van en contra con las supuestas intenciones
de la novela que eran ayudar a quienes se encuentren en circunstancias
parecidas laboralmente. La propia Agnes me parece engreída pues se considera
superior a sus alumnos ya que estos no tienen la tranquilidad ni los modales
propios de las personas "buenas y bien educadas", cualidades que ella sí posee. De
esta manera se tiene a sí misma como alguien humilde, no cómo las personas que
la emplean quienes son derrochadores, egocéntricos, mimados y egoístas. Esto
último no es de gran importancia, generalmente es un personaje querible, aún
cuando, dada la obsesión de la autora con el resumen, no sea fácil comprenderla
sintiendo que no hace otra cosa más que quejarse y amargarse por cosas
estúpidas.
*RESUMEN: Técnica relacionada con
el RITMO narrativo mediante la cual un periodo de tiempo amplio del TIEMPO DE
LA HISTORIA ocupa, por síntesis, una dimensión reducida en el TIEMPO DEL
DISCURSO.
Darío Villanueva, Comentario de textos narrativos: La novela. Gijón: Ediciones Júcar, página 196.
Darío Villanueva, Comentario de textos narrativos: La novela. Gijón: Ediciones Júcar, página 196.
En conclusión,
esta novela parece el resumen de una historia más extensa y detallada. Todo el
potencial que el argumento ofrece se ve desperdiciado de forma lamentable
dejando una pobre sombra de lo que pudo haber sido. Si no tenés problemas con
todo lo que a mí me molestó, es posible que te encante porque, muy a pesar de
sus fallos, es una historia entretenida y fácil de leer… bueno, en su mayoría,
porque cuando se pone a hablar sobre amar a Dios y toda la palabrería
religiosa, la lectura se me volvió pesada y mi concentración se fue de paseo.
Para no quedarme
con una mala impresión de Anne, planeo leer su otra novela La inquilina de Wildfell Hall, así que pronto estaré escribiendo nuevamente
sobre esta autora.